«CAMINO A MIS ANCESTRO I «

2022

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CAMINO A MIS ANCESTROS,
PROCESOS DE LA ARTISTA CAROLINA AGÜERO

En nuestra época existe una pulsión común en muchos artistas, quizás síntoma de la pandemia mundial, de la búsqueda de un espacio de recogimiento producto del repliegue obligado, que llevó a un espacio interno relegado en un segundo plano; quizás por la vorágine de la sociedad occidental, sumida en un sistema que no permite un descanso. En este clima, Carolina realizó un trabajo interno, de memoria, que le permitió indagar sobre sus antepasados: su origen o casta en el pueblo Kawésqar. Así comenzó su viaje al sur de Chile, donde buscó reconstruir esta memoria.

Parte de los cuestionamientos o juicios de valor en proyectos que contemplan genealogías, es sobre la capacidad genética, la congruencia, la relación del autor con el objeto de estudio. En mi opinión, creo que es válido pensar en estos cuestionamientos antes de indagar en un proyecto genealógico vinculado a un pueblo originario. Pero no censura el interés de ciertos artistas en trabajar temáticas, siempre y cuando, no se denoste y apropie de ciertos símbolos, dejando en claro hacia dónde va la investigación. La búsqueda de Carolina Agüero no se centra en la clasificación, vista como práctica occidental clásica que habla de la superioridad del humano. La visión de la artista presenta un espacio común donde la naturaleza, la autora y la imagen se conectan de manera horizontal, preguntándose qué hay más allá de ello, conectándose con el espíritu universal.

El camino que recorre se desprende de estas articulaciones y estructuras, basando su investigación en procesos mayormente encarnados y experiencias vividas en procesos anteriores en la búsqueda del territorio, acercándose desde la soledad en una conexión real, no mediada, que se traduce en un cambio de percepción, sentido y pertenencia, acercándose más que a una cultura, a un territorio y a un paisaje. Destacan en el proceso:

-La experiencia en Nahuelbuta: encuentro con un árbol antropomórfico, encuentro con la naturaleza, visiones, el 2015.

-Experiencia en Isla Laitec: encuentro con la caverna, experiencia de memoria, y fijación mediante imágenes, de la costumbre de las comunidades indígenas.

Este trabajo, nos hace reflexionar sobre cuáles son los lineamientos para generar cierto estatus frente a la denominación para un pueblo originario. Pero ¿Este criterio tiene validez para ese pueblo? Según el Estado de Chile, para obtener la certificación de pertenencia, el solicitante debe contar con un certificado de nacimiento, en el que aparezca el nombre de los padres con el apellido originario, una carta de alguna autoridad tradicional reconocida y validada por la comunidad indígena, en la cual se señale la pertenencia del solicitante a dicha comunidad, además de una declaración jurada ante notario de autoidentificación como indígena. La siguiente pregunta que surge es: ¿Qué ocurre si estás fuera de rango o no tienes los documentos necesarios para dicha certificación? ¿Basta con solo declarar tu condición?

 

Paisaje, cuerpo y territorio

Más allá de las denominaciones requeridas por el Estado, vincularse con un territorio es el primer ejercicio de conexión con aquella energía que se busca. Identificándonos en cierto modo, con aquello que otros ojos vieron, cuestionándonos cómo se veían esas tierras, en un ejercicio de empatía con aquello que desconocemos, pero sabemos que estuvo allí, y que, de una u otra forma, está vinculado genéticamente con nosotros. En una acción performática, Carolina expone su piel al frío, a la nieve, la tierra y el mar, casi como un relato descriptivo del pueblo que habitó esos lugares. Nos habla desde la pena y la rabia, desde la humanidad por la historia del genocidio del pueblo Kawésqar, pero también, desde la admiración a la sabiduría ancestral de estos pueblos desplegados en el territorio de la Patagonia. Con esto, internándose en la tierra y el agua que sus ancestros recorrieron, se mimetiza con la tierra, en búsqueda de sentirse parte. De forma muy sutil, casi como un ritual, pide permiso para ser parte de esa historia, la historia de sus antepasados, transmutando la experiencia.

Devenir de la obra

La artista nos presenta diferentes soportes y dispositivos performativos, desde el autorretrato, el bordado y el uso de técnicas artesanales como la cianotipia, generando una mímesis con la naturaleza, en un proceso que podría enmarcarse en la poesía visual, generando una mirada particular con relación al ser humano y su vínculo con dicha naturaleza. En particular, en su trabajo de cianotipia, existe una búsqueda de generar pequeños paisajes imaginarios, con la luz y las formas del territorio del cual fue testigo un pueblo hace millones de años. Una metáfora del paisaje, un signo.

Transformación de la identidad y las prácticas

La conclusión de este proceso nos indica que no existe la certeza, sino una construcción de identidad que es una variable. En el caso de Agüero, se trata de una profunda búsqueda de sentido en el encuentro con la naturaleza, visto como soporte de la existencia, desde la perspectiva del pensamiento indígena u originario.

Una reivindicación de la historia desde la cuerpa (disidente), como médium de posicionamiento del pensamiento ancestral, en la unión del humano como especie conectada con lo natural.

Texto Juvenal Barría   

 

 

 

 

 

 

«CAMINO A MIS ANCESTROS I «

2022

 

CAMINO A MIS ANCESTROS,
PROCESOS DE LA ARTISTA CAROLINA AGÜERO

texto por  Juvenal Barría

En nuestra época existe una pulsión común en muchos artistas, quizás síntoma de la pandemia mundial, de la búsqueda de un espacio de recogimiento producto del repliegue obligado, que llevó a un espacio interno relegado en un segundo plano; quizás por la vorágine de la sociedad occidental, sumida en un sistema que no permite un descanso. En este clima, Carolina realizó un trabajo interno, de memoria, que le permitió indagar sobre sus antepasados: su origen o casta en el pueblo Kawésqar. Así comenzó su viaje al sur de Chile, donde buscó reconstruir esta memoria.

Parte de los cuestionamientos o juicios de valor en proyectos que contemplan genealogías, es sobre la capacidad genética, la congruencia, la relación del autor con el objeto de estudio. En mi opinión, creo que es válido pensar en estos cuestionamientos antes de indagar en un proyecto genealógico vinculado a un pueblo originario. Pero no censura el interés de ciertos artistas en trabajar temáticas, siempre y cuando, no se denoste y apropie de ciertos símbolos, dejando en claro hacia dónde va la investigación. La búsqueda de Carolina Agüero no se centra en la clasificación, vista como práctica occidental clásica que habla de la superioridad del humano. La visión de la artista presenta un espacio común donde la naturaleza, la autora y la imagen se conectan de manera horizontal, preguntándose qué hay más allá de ello, conectándose con el espíritu universal.

El camino que recorre se desprende de estas articulaciones y estructuras, basando su investigación en procesos mayormente encarnados y experiencias vividas en procesos anteriores en la búsqueda del territorio, acercándose desde la soledad en una conexión real, no mediada, que se traduce en un cambio de percepción, sentido y pertenencia, acercándose más que a una cultura, a un territorio y a un paisaje. Destacan en el proceso:

-La experiencia en Nahuelbuta: encuentro con un árbol antropomórfico, encuentro con la naturaleza, visiones, el 2015.

-Experiencia en Isla Laitec: encuentro con la caverna, experiencia de memoria, y fijación mediante imágenes, de la costumbre de las comunidades indígenas.

Este trabajo, nos hace reflexionar sobre cuáles son los lineamientos para generar cierto estatus frente a la denominación para un pueblo originario. Pero ¿Este criterio tiene validez para ese pueblo? Según el Estado de Chile, para obtener la certificación de pertenencia, el solicitante debe contar con un certificado de nacimiento, en el que aparezca el nombre de los padres con el apellido originario, una carta de alguna autoridad tradicional reconocida y validada por la comunidad indígena, en la cual se señale la pertenencia del solicitante a dicha comunidad, además de una declaración jurada ante notario de autoidentificación como indígena. La siguiente pregunta que surge es: ¿Qué ocurre si estás fuera de rango o no tienes los documentos necesarios para dicha certificación? ¿Basta con solo declarar tu condición?

 

Paisaje, cuerpo y territorio

Más allá de las denominaciones requeridas por el Estado, vincularse con un territorio es el primer ejercicio de conexión con aquella energía que se busca. Identificándonos en cierto modo, con aquello que otros ojos vieron, cuestionándonos cómo se veían esas tierras, en un ejercicio de empatía con aquello que desconocemos, pero sabemos que estuvo allí, y que, de una u otra forma, está vinculado genéticamente con nosotros. En una acción performática, Carolina expone su piel al frío, a la nieve, la tierra y el mar, casi como un relato descriptivo del pueblo que habitó esos lugares. Nos habla desde la pena y la rabia, desde la humanidad por la historia del genocidio del pueblo Kawésqar, pero también, desde la admiración a la sabiduría ancestral de estos pueblos desplegados en el territorio de la Patagonia. Con esto, internándose en la tierra y el agua que sus ancestros recorrieron, se mimetiza con la tierra, en búsqueda de sentirse parte. De forma muy sutil, casi como un ritual, pide permiso para ser parte de esa historia, la historia de sus antepasados, transmutando la experiencia.

Devenir de la obra

La artista nos presenta diferentes soportes y dispositivos performativos, desde el autorretrato, el bordado y el uso de técnicas artesanales como la cianotipia, generando una mímesis con la naturaleza, en un proceso que podría enmarcarse en la poesía visual, generando una mirada particular con relación al ser humano y su vínculo con dicha naturaleza. En particular, en su trabajo de cianotipia, existe una búsqueda de generar pequeños paisajes imaginarios, con la luz y las formas del territorio del cual fue testigo un pueblo hace millones de años. Una metáfora del paisaje, un signo.

Transformación de la identidad y las prácticas

La conclusión de este proceso nos indica que no existe la certeza, sino una construcción de identidad que es una variable. En el caso de Agüero, se trata de una profunda búsqueda de sentido en el encuentro con la naturaleza, visto como soporte de la existencia, desde la perspectiva del pensamiento indígena u originario.

Una reivindicación de la historia desde la cuerpa (disidente), como médium de posicionamiento del pensamiento ancestral, en la unión del humano como especie conectada con lo natural.